sábado, 30 de octubre de 2010

¡VAYA CARA DURA!

Ayer salió en televisión la imagen de una enorme cesta-mariscada preparada en Bruselas en el año 2.008, -periodo de crisis- para los representantes de MERCASEVILLA, en el que participaba un señor del grupo IU del Ayuntamiento de Sevilla, llamado Torrijos. Esto no es ninguna noticia. Según el citado Torrijos es normal que en reuniones de trabajo se coma aopiparamente. Esto tampoco es noticia. Los señores que se reúnen, sean del partido que fuesen pueden comer lo que se les antoje dentro de las posibilidades de cada uno.
Pero la cosa cambia cuando estos señores que llevan el viaje pagado, que perciben unas dietas para estancia y alimentación, luego paguen la mariscada de bastante más de 1.000 euros con la tarjeta VISA del Ayuntamiento de Sevilla-Marcasevilla. Es decir, que después de cobrar una dieta van los tíos y pagan la cuenta con dinero de los contribuyentes. (Y no digo que mientras, había millones de parados en España y en Sevilla, para evitar que me señalen como demagogo).
El señor Torrijos dice que esto es normal y no sé si lo normal es lo de comer mariscos o de que lo paguen con dinero público. Ya le ocurrió así a un alcalde de capital de provincia -no señale el nombre porque no lo recuerdo- que hizo lo mismo, aunque sin mariscada, y alegó que no se había dado cuenta.
Y tiene el tío la cara dura de decir que esto es un ataque contra su grupo por gente de matiz fascista y asegura que si la mariscada se la hubiese tomado Javier Arenas, del PP, nadie lo criticaría porque es de derechas.
Mire usted, señor Torrijos, usted se quiere hacer el tonto y la víctima recurriendo a la demagogia de decir que los de la derecha pueden comer mariscos y los comunistas no. No. Ese no es el problema. Lo que ha hecho usted y otros señores está muy feo. Se han inflado de mariscos de máxima categoria, como se aprecia en la fotografía, pagándolos con cargo a los contribuyentes sevillanos que pagan impuestos para el bien común de los ciudadanos y no para que usted y gente como usted se "ponga púo" de mariscos "de gañote". Y además cobrando dietas de desplazamiento. Eso es lo que se critica. Y si lo hace un señor de derechas, del centro, o de la izquierda, es un caradura y aprovechado. Y aquí no hay fascismo que valga.
¡Que ya estamos hasta la coronilla con esa cantinela del fascismo!
¿O es que los del grupo IU van a tener patente de corso para cometer todo tipo de tropelías?
¡Vamos, anda!

miércoles, 9 de junio de 2010

NO ES POSIBLE TAMAÑO DESATINO

No es posible que sea cierto lo que cuentan en algunas tertulias televisivas. Ya sabemos que en esas tertulias, concretamente en las de INTERECONOMIA y en VEO7 se cuentan cosas que en otras no se cuentan, o al menos no se cuentan con los mismos detalles.
Particularmente he alucinado.
La primera de ellas fue la de la utilización de tres aviones Falcon de las Fuerzas Aereas Españolas para trasladar a tres ministros del Gobierno del señor Zapatero a Bruselas en los últimos días de Mayo, cuando ya estaba cayendo la que nos está cayendo encima. Esto en si mismo no tendría importancia sino fuera porque los tres ministros del Gobierno se desplazaron a Bruselas el mismo día y en lugar de ir los tres juntos en el mismo avión, fue cada uno de ellos en un avión diferente. Un vuelo de esos parece ser que tiene un gasto mínimo de 15.000 €. Pues, hala, como el dinero no es nuestro, -debieron pensar- tres viajes diferentes. ¡45.000! euros de vellón. ¿Será por dinero?, dirán nuestros ministros. Si les damos varios miles de euros a los gays de Zambia, para que se promocionen, ¿por qué no voy a poder ir yo en un Falcon, solito, repantigado, o durmiendo durante la travesía, sin que me vean los otros ministros? Luego, ya sabe, dicen que uno, o una, ronca cuando duerme o dormita. ¡Ni hablar! Cada uno en un avión diferente, el mismo día y a la miama hora. ¡Todos a Bruselas! ¡Toma del frasco! Y en esos días el decretazo para rebajarle el sueldo a los funcionarios y se congelan las pensiones de los pensionistas.
¡¡¡VIVA LA COHERENCIA!!!

La segunda noticia es más alucinante que la primera, si cabe.
Parece ser que el señor Zapatero había promocionado una reunión creo que con motivo del cambio climático o ese invento de unión de civilizaciones que iba a celebrarse en Brasil. Era el sábado pasado o el anterior. El día antes, viernes, el señor Zapatero, después de las reprimendas de los Gobiernos europeos, decidió no ir a Brasil para intentar resolver los problemas que tenía en España. Y no fue. Pero, he aquí que como no le avisó a nadie, ¡150 miembros de su séquito! salieron el viernes para Brasil. El chasco ya se pueden imaginar que fue mayúsculo. Me imagino los diálogos:
-Oye, ¿a qué hora llega el Presi?
-No sé, espera, pregúntale a García, el de Asuntos Exteriores, que debe saber algo?
-Oye, García, ¿a qué hora llega el presidente?
El pobre Garcia agacha la cabeza y rumia algo que nadie llega a entender.
-¿Qué dices?
-¡Que no viene! Me acaba de llamar Moratino para decírmelo.
-¿Y nosotros qué?
-¡Cuando esto se sepa en España... la cagamos!
Pues eso.
Como el dinero de los viajes no es de ellos, aquí tenemos a 150 tíos en Brasil que yo no sé lo que hicieron allí, si fueron a las conferencias de libre oyentes, se fueron a Rio de Janeiro y subieron al Pan de Azúcar, o se dieron la vuelta para España con el rabo entre piernas.
Me pregunto con todo el respeto: ¿Están majaras los tíos que nos gobiernan?
¡Me lo expliquen!

miércoles, 5 de mayo de 2010

¿Estamos descebrados?

En primer lugar quiero pedir perdón por el error cometido.

Dias pasados escribí en el blog unos versos sobre un pino que teníamos en casa, olvidando que ya lo había escrito con anterioridad, concretamente el día 2 de febrero de 2.008, según me recordó mi hija Carolina.

¿Estamos descerebrados, o qué?

Esta mañana al leer el diario LA OPINIÓN de Málaga, veo en la portada el siguiente titular "DENUNCIA A UNA PROFESORA POR EVITAR UNA PELEA". Estuve a punto de caerme del sillón y, lógicamente, me fui al interior del diario a leer la noticia.

La historia es la siguiente: dos chicos de unos 15 años están luchando a brazo partido y la profesora que los ve coge a un de ellos, tira de él para separarlos y, al parecer, el chico trastabillea, se cae al suelo, se levanta y arremete de nuevo contra su oponente. Y la madre del chico denuncia en la Comisaría de Policía a la profesora por "haber cogido a su hijo del pecho", separarlo del otro y tirarlo al suelo.

¡Un juicio de faltas! Es decir, un juez, un fiscal, una parte que acusa y otra que defiende. Es decir, de nuevo, poner en funcionamiento la maquinaria judicial porque una profesora ha procurado evitar una pelea. ¿Estamos locos? La profesora se ve acusada ante la policía y ante el Juzgado por la madre de uno de los chicos, precisamente por cumplir con su obligación. En lugar de darle las gracias por su gesto, le presenta una denuncia ante la Comisaría de Policía. ¡Inaudito! Declaró la profesora "solo traté de separar a los menores". Claro, lo lógico.

La madre del chico peleón fue sola al juicio y no formuló acusación en forma y el fiscal, por su parte, no formuló acusación de ningún tipo y solicitó la absolución de la profesora, comentando "nunca debió de haber llegado aquí este caso".

Y yo me pregunto: ¿Qué tipo de madre puede ser esta señora que denuncia a una profesora que está procurando el bien de un chico que está de pelea con otro? ¿Qué hubiese ocurrido si uno de los chicos saca una navaja -algo muy natural hoy- y hiere o mata al otro? ¿Qué habría dicho la señora? Sin duda hubiese denunciado a la profesora por no evitar la pelea.

¿Dónde está el cerebro y el sentido común de algunas personas?

¡¡¡Me lo expliquen!!!

domingo, 25 de abril de 2010

El árbol Pino Verde

Cuando vivíamos en El Palo, en Málaga, en una casa con jardín, teníamos varios árboles y entre ellos un pino que plantado por nosotros, no rcuerdo por quién, que lo vimos crecer día a día, mes a mes, año a año... Sentado en la terraza en el verano lo vi crecer y hacerse todo un señor pino. Una de aquellas tardes, al contemplarlo extasiado, se me ocurrió hacerle una poesía.

Nació cuando nacieron
algunos de mis hijos;
creció ante nuestros ojos,
sin mayor atención,
con riego de la lluvia en el invierno,
en el verano, con riego de aspersor
y con calor del sol.

Con el paso del tiempo,
creció, con tronco poderoso,
y pródigo en ramajes.

En los primeros años de su vida
lo veíamos crecer
desde el ventanal de nuestro dormitorio.

Crecía de día en día;
crecía de mes en mes;
crecía de año en año,
y un día nos dimos cuenta
de que aquel arbolillo,
plantado con cariño,
se nos había hecho “un hombre”
entre las manos,
casi sin darnos cuenta.

Se nos había hecho un pino
poderoso y alegre,
tan verde como un bosque,
tapando la visión de la ventana.
Moviéndose como un barco velero
que se mueve en la mar,
al vaivén de las olas,
sin avanzar jamás.
Llamando la atención los días de viento.
Llorando sin cesar los días de lluvia.
Mirando con temor a las tormentas
por miedo a cualquier rayo.

Fue lugar preferido
de tórtolas y pájaros
que vienen cada día
a jugar al jardín.
Y en él se paran;
y saltan;
y juegan,
y cantan y se asustan...
Como si el pino fuera
un teatro para pájaros;
como si el árbol fuera
un bloque de viviendas alquiladas
por tiempos momentáneos;
como si el árbol fuera
un pueblo acogedor,
un lugar de refugio,
donde nadie es extraño
y hay lugar para todos.

El árbol vivo.
El árbol Pino Verde.
El hermoso Pino Verde,
de tronco poderoso
y pródigo en ramajes.

Crecía día a día;
crecía de mes en mes;
crecía de año en año...
y todos en la casa lo veíamos crecer.
Generoso sin límites,
todos cabían en él
Y en verano daba pródiga sombra.

Debía tener ocultas
numerosas raíces,
enorme raigambre subterránea
para poder mantener erecto
el tronco poderoso y el ramaje
donde conviven las tórtolas y pájaros
en perfecta armonía...

En el suelo de césped
asoman sus raíces
para ver lo que ocurre sobre tierra.
Y a veces se esconden... asustadas.

Un día se secó.
Dejó de ser todo lo que era.
Un teatro para pájaros.
Viviendas alquiladas.
Un pueblo acogedor.

Así es la vida.
Un día, poder y gloria.
Mañana... como el árbol,
la vida se seca y se diluye.
La vida ya no es vida.
Cuando la vida deja de ser vida
el final es un simple recuerdo.